Hace veintid s a os mataron a un abogado. Lo volver n a hacer sin pensarlo dos veces.

En la peque a ciudad de Seabrook, en Florida, un joven abogado llamado Keith Russo fue asesinado de un disparo una noche que trabajaba tarde en su oficina. El asesino no dejo huellas. No hubo testigos del crimen, y se desconoce el motivo por el que alguien querr a matar al abogado. Sin embargo, la polic a sospechaba de Quincy Miller, un joven de raza negra que fue cliente de Russo a os atr s. Quincy fue juzgado, arrestado, y condenado a prisi n de por vida. Durante veintid s a os, Quincy languideci en prisi n, manteniendo su inocencia. Pero nadie lo escuchaba. No tenia abogados, ni nadie que lo defendiera. En su desesperaci n, Quincy escribi una carta a Los Ministros Guardianes, una peque a empresa de caridad dirig a por Cullen Post, un abogado que a su vez es un ministro episcopal. Los Guardianes aceptan pocos casos inocentes. Cullen Post viaja por todo el pa s luchando por anular convicciones err neas, y toma a los clientes a los que el sistema ha olvidado. Sin embargo, el caso de Quincy Miller ser particularmente dif cil. Los asesinos de Keith Russo son poderosos y crueles, y har n lo que sea para evitar que Quincy Miller sea exonerado.
Hace veintid s a os mataron a un abogado. Lo volver n a hacer sin pensarlo dos veces.

En la peque a ciudad de Seabrook, en Florida, un joven abogado llamado Keith Russo fue asesinado de un disparo una noche que trabajaba tarde en su oficina. El asesino no dejo huellas. No hubo testigos del crimen, y se desconoce el motivo por el que alguien querr a matar al abogado. Sin embargo, la polic a sospechaba de Quincy Miller, un joven de raza negra que fue cliente de Russo a os atr s. Quincy fue juzgado, arrestado, y condenado a prisi n de por vida. Durante veintid s a os, Quincy languideci en prisi n, manteniendo su inocencia. Pero nadie lo escuchaba. No tenia abogados, ni nadie que lo defendiera. En su desesperaci n, Quincy escribi una carta a Los Ministros Guardianes, una peque a empresa de caridad dirig a por Cullen Post, un abogado que a su vez es un ministro episcopal. Los Guardianes aceptan pocos casos inocentes. Cullen Post viaja por todo el pa s luchando por anular convicciones err neas, y toma a los clientes a los que el sistema ha olvidado. Sin embargo, el caso de Quincy Miller ser particularmente dif cil. Los asesinos de Keith Russo son poderosos y crueles, y har n lo que sea para evitar que Quincy M