El presente libro está dedicado a exponer la escatología cristiana que, como bien dice Moltmann, debe dejar su lugar último de los tratados teológicos para ocupar el primer lugar y ser redefinida como doctrina de la esperanza cristiana que tiene su meta en la parusía gloriosa de Jesucristo. La obra rehúye de los motivos especulativos y, sin desconocer que la escatología tiene vinculación con la salvación, la misma es entendida a partir del Reino de Dios como paradigma de la acción de Dios en la historia y su culminación en la Parusía de Jesucristo, dado que su importancia radica en que da sentido a la misma historia. La escatología ha influido no solo en el campo de lo estrictamente teológico sino también se ha trasladado a los planteos filosóficos que intentan descifrar el enigma de la historia y sus contradicciones

Algunas referencias a los cambios incorporados en esta segunda edición del libro: el capítulo 1 incorpora algunos contenidos sobre uno de los signos de los tiempos como es el problema ecológico que, lejos de disminuir, se ha profundizado a niveles insospechados provocando, al mismo tiempo, la reflexión en lo que hoy se da en llamar "ecoteología".

El capítulo 3 incluye nueva bibliografía en los temas referidos a las escuelas escatológicas que tienen como núcleo el milenio, en particular, la referida al dispensacionalismo, aportando algunos datos de una escuela más moderada que se da en llamar "dispensacionalismo progresivo" y una forma de posmilenarismo incipiente vinculada a los movimientos de renovación carismática.

El capítulo 4, referido a la escatología latinoamericana, incluye la perspectiva de la Fraternidad Teológica Latinoamericana en los trabajos de dos de sus fundadores, C. René Padilla y Samuel Escobar, como un modo de compararla con la elaborada por los teólogos de Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) que ya estaban incluidos en la primera edición.

También las teologías feministas han hecho un importante aporte al tema escatológico.

Otro cambio sustantivo de esta segunda edición radica en un capítulo nuevo donde el autor aborda la presencia de la escatología en la literatura latinoamericana, en particular, en el peruano Mario Vargas Llosa y los argentinos Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges y Leopoldo Marechal.