Esta obra, "Mi encuentro con El Buddha Viviente" es un trabajo literario digno de una lectura cuidadosa para beneficio de aquel que quiera apreciar y entender su contenido. Asi descubrira su riqueza, su amplitud y su profundidad. Entonces hallara visiones y esperanzas que trascienden la vida humana y que invitan a la superacion.

Al contemplar la amplitud, diversidad y multiplicidad de sentimientos, cantares y suenos que florecen en la obra, resulta facil entender por que el autor pone como subtitulo: "Versos de esperanza de un alma sedienta en busca de la perfeccion".

A mi juicio, este bello poemario en prosa, sin que este tenga que someterse al rigor de una o varias metricas de versos ni rimas determinadas, logra con notable exito el ritmo y la musicalidad esperada en la poesia. Considero que esto obedece a la abundancia y al habil manejo de metaforas, similes y otros recursos poeticos que contiene.

Sobresale ademas que, mediante pensamientos profundos, estos poemas revelan la urgencia de un comportamiento humano con orden y trascendencia. Magistralmente se acude al contraste entre lo frivolo y mortal, y lo que da sentido, substancia y eternidad a la vida. Poemas como "Diva" y "Vedette" son ejemplos de ese afan por el orden y la trascendencia humana. Tambien, la prosa o mensaje del poemario cobra mayor expresion por el abundante y atractivo colorido de sus ilustraciones y por los sentimientos que estas inspiran.

Los poemas que aparecen a partir del numero 34, "Acordarse de Dios", hasta el Epilogo, rompen el iris de la belleza y siembran en el corazon los mas caros sentimientos. No podemos terminar la descripcion de esta maravillosa obra sin referirnos al poema final. Este ciertamente es una sublime y sentida plegaria sujetada y entregada al Sumo Creador.

Tampoco podemos guardar silencio a lo que el Autor titula "Comentarios al margen del poemario". Son mucho mas que comentarios. Es un hermoso caudal de mensajes de fe, de procesos y etapas de crecimiento espiritual del mismo Autor, lo cual invita al lector a ir al encuentro de su Buddha Viviente interior.