En su novela Mi Vieja Mecedora, Jonathan, con magistral narrativa, nos lleva en el tiempo varias décadas atrás. Lo hace con tanto acierto que no hay forma en que no te imagines vivir en esa maravillosa época. Pinta sus palabras, domina el idioma y lo enriquece. Parece que leo a Abelardo. Son trescientas y pico de páginas en una sola línea de exquisita lectura. Solo quería hojearla, pero no pude resistir. Lina me recuerda mucho a mi madre. Léanla! Y a usted Autor, vaya por la otra. Total, no es la pluma, es lo que piensa el que la esgrime. Douglas Candelario Mi Vieja Mecedora sin duda alguna es una novela interesante, con personajes pintorescos, que trae a la memoria nuestros abuelos y costumbres. Recomiendo esta hermosa novela en la cual el lector podrá disfrutar y viajar a través del tiempo, para conocer un poco más de nuestras raíces, sin pasar por alto cómo la fe cristiana ha jugado un papel trascendental en medio de nuestra sociedad. Pastor Luis H. Alberty