Una mirada honesta al dolor y los miedos, la fe y la esperanza. Combinando narrativa personal, teología sólida y escritura hermosa, este es un libro para cualquiera que haya amado y perdido. El 3 de noviembre de 2020, Tim y Aileen Challies recibieron la impactante noticia de que su hijo Nick había muerto. Un estudiante de 20 años, del Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, había estado participando en una actividad escolar con su prometida, su hermana y amigos, cuando quedó inconsciente y se desplomó en el suelo. Ni los estudiantes, ni un médico que estaba de paso, ni los paramédicos pudieron reanimarlo. Sus padres recibieron la noticia en su casa en Toronto e inmediatamente partieron hacia Louisville para estar juntos en familia. Mientras estaba en el avión, Tim, autor y bloguero, comenzó a procesar su pérdida a través de la escritura. En Estaciones de aflicción, Tim comparte reflexiones en tiempo real en el primer año de duelo, a través de las estaciones, desde el otoño hasta el verano, presentando a los lectores lo que él describe como el "ministerio del dolor". Estaciones de aflicción beneficiará tanto a aquellos que están yendo a través del dolor como a aquellos que consuelan a otros: Vea cómo Dios es soberano sobre la pérdida y es bueno en la pérdida Descubra cómo puede pasar por momentos de dolor manteniendo su fe Aprenda cómo la doctrina bíblica puede funcionar incluso en las situaciones más difíciles de la vida Comprenda cómo es posible amar a Dios más después de la pérdida de lo que lo amaba antes Seasons of Sorrow An honest look at grief and fears, faith and hope. Combining personal narrative, sound theology, and beautiful writing, this is a book for anyone who has loved and lost. On November 3, 2020, Tim and Aileen Challies received the shocking news that their son Nick had died. A twenty-year-old student at The Southern Baptist Theological Seminary in Louisville, Kentucky, he had been participating in a school activity with his fiancée, sister, and friends, when he fell unconscious and collapsed to the ground. Neither students nor a passing doctor nor paramedics were able to revive him. His parents received the news at their home in Toronto and immediately departed for Louisville to be together as a family. While on the plane, Tim, an author, and blogger, began to process his loss through writing. In Seasons of Sorrow, Tim shares real-time reflections from the first year of grief--through the seasons from fall to summer-