La vida es el espectáculo más increíble que tenemos los seres humanos, vivir es maravilloso, no una tragedia, pues venimos a aprender y evolucionar. Este libro es una invitación a un auto-análisis de su existencia, sobre su grandeza y pequeñez. Las necesidades, los placeres, la locura, la necedad, la familia, el trabajo, la fe, el ateísmo y la incertidumbre que nos rodea. Los éxitos, los fracasos, la tristeza y la alegría, es la retribución de nuestras luchas. Así que, no se deje engañar por lo que le ofrecen en el mercado de la felicidad superficial, ni cambie el amor de su vida, por otro amor, ni por otra vida. Crezca con la vida, con Dios y su fe, creando caminos al andar, encontrándole sentido a su existencia y qué hacer con ella. Haga brillar la luz que el creador le dio, porque el secreto para vivir en paz y en evolución, está ocultó en nuestro nivel espiritual. Una generación se va, otra viene y parece que nada cambiara. No obstante, todas las cosas están en movimiento y nunca descansan. Sin embargo, únicamente nos preocupa la vanidad, la vaciedad y él sin sentido del tránsito por este planeta. No sabemos en qué círculos vivimos, sin reducir el impacto de las emociones tóxicas que limitan nuestra existencia. Morir no es un castigo, sino un llamado cuando nos toca el turno, porque todo lo que tiene un principio, tiene un final, todo lo que sube baja, lo que nace muere. El hombre, después de todo su trabajo, sea aceptable o no, lo único que le queda son las huellas, el amor, el éxito o él fracasó que haya dejado, según el círculo qué haya vívido. A pesar de los desafíos, nada es mejor en esta vida que aprender a viajar dentro de nosotros mismos. Disfrutar mejor nuestra historia, convirtiendo nuestra existencia en algo que valga la pena, para nosotros, para Dios y para nuestro futuro.